jueves, 2 de junio de 2011

 Antropologia filosofica Contemporanea

La antropología en este tiempo parece seguir cifrando lo más radical del hombre en la operatividad humana, como la moderna, pero se ciñe a la operatividad volitiva. Como se ha indicado, ello puede ser debido a dos factores:
 si se considera que la moderna es racionalista a ultranza, la contemporánea es voluntarista por contraposición a la moderna, debido al rechazo de la racionalidad hegeliana;
 si se piensa que algunos de los puntos centrales de la filosofía moderna (la duda cartesiana, la autonomía de la voluntad kantiana, la dialéctica hegeliana, etc.) responden a un voluntarismo de fondo, los pensadores posteriores que admiten su influjo siguen abundando en esa tendencia. Parece cumplirse, pues, aquello de que los extremos se tocan. En efecto, el voluntarismo sucedió y combatió en esta época al racionalismo precedente. El exponente más neto de este movimiento tal vez sea Nietzsche (s. XIX). En esta época se tiende a concebir la voluntad como autónoma. Si ello se refiere a la antropología, como ésta potencia no actúa sin el sujeto que quiere, se tiende a concebir al hombre como autónomo, independiente. Como se puede apreciar, esta versión independentista del hombre no sólo choca frontalmente con la filosofía clásica antigua y medieval (con la de Aristóteles y Tomás de Aquino por ejemplo), sino también con el íntegro legado del cristianismo en lo nuclear de su antropología.